Si tuviera que escoger una sola cosa por la que sentirme agradecido, sería el haber descubierto el estoicismo en el momento en que lo hice.
Estoy seguro de que muchos/as de los que me leéis ya conocéis esta corriente filosófica, pero para los/as que no, consideradlo como un regalo de Navidad adelantado 🙂.
No voy a dar ninguna definición extensa, ya que no quiero aburriros.
Solo pretendo sembrar la semillita que haga que os surja la curiosidad y lo exploréis por vuestra propia cuenta.
A menudo, sufrimos más por nuestra imaginación que por la realidad.
- Séneca
El estoicismo es uno de esos temas sobre los que podría hablar durante varias ediciones, y no descarto hacerlo, ya que considero que aportar ciertas píldoras de sabiduría estoica es algo que siempre va a beneficiar a aquél que lo lea. Ya sea porque te ayuda a descubrirlo, o como un recordatorio periódico.
De hecho, yo mismo me encuentro releyendo sobre ello constantemente, con tal de interiorizar lo mejor posible todo lo bueno que me aporta.
El estoicismo nos invita a reflexionar sobre la forma en la que nos enfrentamos a aquellos hechos o situaciones que nos suceden a lo largo del día.
Nos invita a ser conscientes de que a menudo no es un hecho en sí lo que nos duele, si no la percepción que nosotros tenemos sobre lo que acaba de ocurrir.
Un ejemplo sencillo y por el que todos hemos pasado.
Vas conduciendo por la autopista, y de repente un coche se cruza de forma brusca, y te adelanta.
Casi puedo garantizar que tu reacción será visceral, y pasarás a maldecir las cuatro generaciones anteriores del conductor o conductora de delante. No pasa nada. Es lógico, sobre todo en las vidas de tanto estrés que solemos llevar.
Pero… párate a pensar un momento.
¿Realmente sabes la razón por la que esa persona ha actuado como lo ha hecho?
¿Sería tu reacción la misma si supieras que esa persona ha hecho esa maniobra imprudente porque lleva a su hija de 3 años terriblemente enferma en el asiento trasero?
Es una suposición, sí. Pero… ¿tan descabellado te parece?
Además… ¿Cómo de malo es lo que acaba de ocurrir? ¿Cuál es el impacto real? ¿Llegar 3 segundos más tarde a nuestro destino?
El hecho en sí es algo intranscendente, y tú probablemente obrarías igual en su situación.
Es la percepción sobre este hecho la que nos hace reaccionar de la forma en que lo hacemos.
Aprender a tolerar ciertas incomodidades en el presente es algo necesario.
No siempre todo va a salir como esperamos. De hecho, rara vez lo hará.
Es por eso que es tan importante aceptar aquello que se nos presenta y buscar la mejor forma de gestionarlo.
En mi caso personal, el proyecto Ideas Visuales lo ando compaginando con un trabajo por cuenta ajena, la crianza de una pequeñaja de 11 meses, una vida de pareja y otras cosas con las que no pretendo aburriros.
Eso implica que cada día me levanto a las 05:45h con tal de disponer de suficiente tiempo para avanzar en este proyecto, en trabajos para clientes y en seguir formándome.
De 09:00h a 17:00h, trabajo por cuenta ajena.
Y al llegar a casa, toca ejercer de padre y marido. Y es lo que hay. Es lo que me toca hacer ahora mismo si quiero conseguir aquello que me propongo.
Una pequeña incomodidad temporal (que tampoco lo es tanto cuando disfrutas lo que haces) para poder ser el dueño de mi vida en un futuro.
Por último, siempre hay dos o más formas de ver las cosas. Y aunque no lo creas, tienes un papel protagonista en tu vida, que te permite decidir cómo hacerlo.
Ante un hecho que ya ha pasado, siempre puedes decidir arrepentirte y pensar en lo mal que ha pasado todo, o puedes preguntarte cómo mejorar y qué aprendizajes sacar.
Ante algo que aún no ha sucedido, puedes darle vueltas al tema y generar esa ansiedad que todos conocemos, o pensar en las oportunidades que se te presentan.
Reflexión semanal ✏️
No os preocupéis, que pese a haberme dado la vena filósofa, lo prometido es deuda.
No hay edición en la que no os vaya a traer algún consejillo.
En esta, me gustaría reafirmarme en el pensamiento de que la comunicación visual aún está en pañales, y hay un mercado muy potente por abrir.
Siempre insisto en que no importa tu profesión, ya que siempre vas a necesitar comunicar algo. Ya sea a clientes, a compañeros o a inversores.
Si eres ingeniero mecánico, estoy seguro que sabes muchísimo sobre tu ámbito. Pero, como tú, probablemente hay centenas, o miles de personas que saben igual o más.
Ahora… ¿Cuántos de ellos son capaces de trasladar sus conocimientos a representaciones visuales para que su audiencia capte ese mensaje complejo en cuestión de segundos?
Piensa en las ideas visuales como un puente sobre el cual tu mensaje llegará a ciertas audiencias que antes te eran inaccesibles.
O como un vehículo en el que enviar tu mensaje, y conseguir que llegue mucho más rápido de lo que lo haría si lo comunicaras solo con texto.
Gracias por tu artículo 🤗🤗
Buenísimo artículo!!! 👏🏻👏🏻👏🏻🎊🎉